Un día malo y de cabreo para mí... tanto tiempo estudiando y tanto tiempo desperdiciado porque no hay manera de concentrarse. Junta esto con Tweetalk y mi prácticamente abandono del blog, y ¡toma coctelera!
Voy a seguir otra estrategia, ya que veo que apenas actualizo, pero si voy haciendo algunos avances, voy al menos dejarme apuntes para que cuando actualice, ponga todo, de ahí que los días transcurridos, no coincidirán con el conteo del calendario, pero sí con la realidad.
Y hoy toca hablar de tweetalk, un servicio que te permite chatear con tus seguidores de Twitter. En el enlace tenéis una mejor explicación y la verdad es que merece la pena. Lo han hecho un par de compañeros míos de la universidad y hay que reconocerles un trabajo bastante bien hecho, con certificado de seguridad y todo.
¿Conocéis ese sentimiento llamado envidia? Habéis acertado, tengo envidia, pero de la buena. Hay gente que piensa que no existe la envidia buena, que esa no es envidia, sino admiración. Sea lo que sea, me alegro por ellos, se lo han currado. Mi envidia viene de que me gustaría poder alcanzar yo también algo así, un servicio, una aplicación, un juego... lo que sea. Esa forma de trabajar y destacar con algo que pueda llegar muy lejos.
Cosas así, después de tanta gente diciendo que yo lo valgo, que yo puedo hacer algo así, que cómo es que no se me ha ocurrido a mí y no lo he hecho, hace que me sienta inútil. Y si veo el trabajo que he reflejado en el blog, sigo pensando en que soy inútil y además en que quizás no es tanto mi sueño como pensaba. Pero incluso así, sigo pensando que es mi sueño y ahí quiero llegar, ¿quizás estoy demasiado seguro de que llegaré pase lo que pase?
Dependo demasiado de las palabras de ánimo de los demás. El mío no me hace efecto.